Las catas de vino pueden ser una manera divertida y original de disfrutar en compañía de familias y amigos y, al mismo tiempo, descubrir vinos deliciosos y sorprendentes. Sin embargo, si te consideras una persona apasionada del vino, pero todavía no tienes claro cómo catar el vino, hoy te desvelamos todos los secretos y trucos que te convertirán en un auténtico experto.

 

Índice de contenidos

     

    ¿Cómo se hace una cata de vinos?

    La cata de vinos es un proceso en el cual se prueban diferentes vinos para así evaluar las características de cada uno. En una cata es importante fijarse en aspectos como el sabor, el aroma, el cuerpo o la calidad en general de cada vino. A pesar de que cada cata se puede adaptar a los gustos de cada uno y al momento, sí hay ciertas recomendaciones que es importante tener en cuenta, como, por ejemplo, utilizar copa, llenar solamente un tercio y sostenerla por la base, al igual que seguir las recomendaciones de temperaturas de conservación y servicio de cada botella.

     

    El sumiller o cómo ser un catador de vinos

    El sumiller o catador de vinos desempeña un papel crucial en el mundo de la cata y, entre otras funciones, es un fantástico referente de cómo catar un vino correctamente para descubrir todos sus secretos. Estos son expertos que han dedicado años a estudiar y entrenar sus sentidos para evaluar y describir los vinos, lo que les permite identificar sus características con gran precisión. Un buen sumiller posee una amplia formación en viticultura, enología y maridaje. Conoce a fondo las diferentes variedades de uva, los procesos de vinificación y las regiones vitivinícolas más importantes. Además, están familiarizados con los estándares de calidad, las denominaciones de origen y las etiquetas de los vinos. En una cata de vinos, el sumiller utiliza su experiencia para guiar a los participantes a través del proceso de degustación, explicando cómo se cata un vino y cuáles son las características a las que se debe prestar atención. Ayuda a identificar los aromas, sabores y matices y también puede proporcionar información sobre el origen del vino. Por tanto, si quieres asumir este papel en tu próxima cata, no olvides investigar a fondo cada botella, descubrir esos detalles curiosos de su producción o las características más concretas de esa añada.

     

    ¿Qué es catar un vino? Las tres fases de la cata

    Catar significa, literalmente “probar, gustar algo para examinar su sabor o sazón”, sin embargo, cuando hablamos de vino, este término va mucho más allá. En la cata del vino entran en juego diferentes sentidos y se examina no solo el sabor del vino, sino también su olor y su apariencia. Por esta razón, se diferencian tres fases:

     

    En cada una de ellas experimentaremos diferentes sensaciones, que incluso van a variar de unas personas a otras. Te contamos cómo catar un vino siguiendo cada una de las fases para que cuando te reúnas con amigos o familiares puedas presumir ser un auténtico experto.

     

    Fase Visual

    Si quieres aprender a catar un vino, debes saber que el análisis visual comienza en el momento de descorchar la botella, cuando deberemos prestar especial atención al corcho. Si está ligeramente humedecido indicará que se ha guardado en posición horizontal, lo que evita que el aire se filtre y que el vino se deteriore. El siguiente paso será servir el vino en la copa y, sujetándola por la base, colocarla frente a un fondo blanco (una servilleta, una hoja de papel, un mantel…) con una inclinación aproximada de 45º, de modo que se puedan destacar sus matices. Nos fijaremos, por ejemplo, en la transparencia del vino, que definiremos con palabras como brillante, opaco, mate, sucio o nebuloso. Si ponemos un texto en una hoja de papel tras la copa y no podemos leerlo, es un vino de capa alta, en cambio, si nos deja ver las letras es de capa baja. Aunque normalmente un vino limpio y transparente es señal de buen estado, en ocasiones un vino es turbio y con residuo como consecuencia de un largo envejecimiento, y esto sería un signo de calidad. Por último, el color es un parámetro que cambia mucho en función del tipo de vino: los vinos tintos jóvenes suelen mostrar tonos violáceos, mientras los crianza o reserva evolucionan hacia un color teja, resultado de la oxidación del vino en la barrica. Los blancos jóvenes presentan un color central amarillo pálido, avanzando hacia un amarillo dorado a mayor edad. Los rosados oscilan de un color central rosado en el caso de los jóvenes, hacia tonos más salmón en los de mayor antigüedad.

    Fase olfativa

     

     

    En el segundo paso de cómo catar un vino entra en juego el olfato. Para la fase olfativa, acercando la nariz a la copa sin necesidad de agitarla, podremos apreciar los aromas primarios del vino (aquellos propios de la uva). A continuación, la moveremos para que el vino desprenda mejor sus matices y entre en contacto con el oxígeno. De este modo notaremos si hay más aromas de frutas, producidos con la fermentación, o de los que vienen de la barrica (por ejemplo, vainilla, cuero, madera…). Por último, agitaremos la copa más enérgicamente para así desprender los aromas terciarios, también conocidos como bouquet. Estos aromas se generan durante la crianza y se relacionan con torrefactos o frutos secos, entre otros. Estos son los aromas más difíciles de percibir, así que no te preocupes si no los percibes en un primer momento, tan solo deberás entrenar un poco más tu nariz. Otros aspectos a tener en cuenta y que es importante identificar es, por ejemplo, el olor “a corcho”. Se trata de un defecto del vino producido por su contacto con una bacteria y estropea completamente todos los aromas. Por otra parte, un olor “avinagrado” indica que ha estado mal conservado y que el deterioro del corcho ha dejado pasar oxígeno y bacterias. Otro punto al agitar el vino es la caída, además de oler, en esa fase podemos observar cómo caen las lágrimas del vino, si las gotas bajan lento nos está indicando que la graduación alcohólica es alta.

    Fase Gustativa 

    La fase gustativa suele ser la más conocida en el proceso de cata. En esta fase, debemos tomar un pequeño sorbo del vino y conectar nuestras papilas gustativas, pensar en identificar los diferentes matices que tiene el vino y su sabor. Para tener claro cómo catar un vino, debemos saber cómo nuestro cuerpo percibe los sabores, y es que, el dulce siempre se percibe primero y suele enmascarar al resto, por eso, hay que ejercitar nuestro paladar y enseñarlo a encontrar todos aquellos sabores que se encuentran por debajo del dulzor. El salado se detecta con facilidad, pero no es muy persistente, por otra parte, los toques amargos producen sensación sequedad y provienen de los taninos, sustancias presentes en partes de las uvas. La acidez, por otro lado, se traduce en frescura, sensaciones frutales e intensidad. Muchas veces se habla de que un vino es “redondo”, pues esta clasificación proviene precisamente de los sabores, cuando se da un equilibrio entre los cuatro. Otro punto a tener en cuenta cuando nos preguntamos cómo catar un vino es que, en la fase gustativa, también se determina la textura del vino. En líneas generales, hablaremos de suavidad/ untuosidad (aspectos positivos) o rugosidad/astringencia (aspectos negativos). También, con el vino en la boca, aspiraremos e inspiraremos aire para volver a oler los aromas. Terminando la fase gustativa llega el momento de la sensación final (calidad global), ligado a la persistencia. Tendremos en cuenta el aroma que dura más o menos tiempo tras haber tragado (o escupido) el vino. La persistencia irá entre los 2-3 segundos de un vino corto y los 20 segundos de un vino extraordinario

     

    Cómo organizar una cata de vinos

     

    Organizar una cata de vinos necesita cierta planificación, es importante establecer unos pasos para asegurar el disfrute de todos los participantes y una cata exitosa. Podemos desglosar la organización en tres pasos: Seleccionar los vinos: el primer paso es escoger una variedad de vinos que abarque diferentes tipos, regiones y características para que la cata sea más diversa. Aunque otra opción es centrarse en un tipo de vino y organizar una cata más específica. Preparar el ambiente: debemos contar con un espacio adecuado, bien iluminado y sin olores fuertes que puedan solapar los aromas de los vinos. Se emplean copas de cristal transparente y se dispone a los participantes de agua para limpiar el paladar y en muchas ocasiones de algún acompañante como pan o queso. Ofrecer información: se proporciona a los participantes detalles sobre los vinos que se degustarán, como la variedad de uva, la región de origen, las notas de cata y las recomendaciones de maridaje. Esto ayudará a enriquecer la experiencia y generar mayor interés. La cata de vinos a ciegas se diferencia de la cata de vinos convencional en dos puntos principalmente, el primero es que se omite el paso de brindar información acerca de los vinos a los participantes, y el segundo es que se deben ocultar las botellas en fundas para tapar cualquier etiqueta o distintivo que identifique el vino. Al final de la cata se descubre el origen de cada vino catado.

     

    ¿Qué vinos incluir en tu cata de vinos con amigos?

    En verdad esta respuesta es muy personal, no hay una selección de vinos correctos para catar con tus amigos, dependerá de los gustos de cada uno y de cómo de variada quiera ser la cata. Desde Vinos con Carácter tenemos una recomendación de los vinos que se deben incluir en una cata con amigos: Sin duda, comenzaríamos por los vinos blancos gallegos, unos clásicos que nunca fallan en calidad y sabor. Para continuar, cambiaríamos de región y nos iríamos hasta la Rioja, con una selección Denominación de Origen. No podemos finalizar una cata sin un poco de dulzor, por eso, introducir algún vino dulce para tus amigos es un acierto seguro.

     

    Catar un vino blanco o catar un vino tinto, ¿hay diferencias?

    La diferencia entre cómo catar un vino blanco o un vino tinto se encuentra principalmente en la temperatura de servicio, los blancos se deben servir entre 8º y 12º, mientras que los tintos se deben servir entre 16º y 18º. El resto de los pasos dentro de la cata se realizan igual: fase visual, olfativa y gustativa, tan solo se deben tener en cuenta que los resultados de cada fase serán muy diferentes. Los tonos de la apariencia visual de los vinos blancos están en la gama cromática del verde mientras que los tintos están en el granate, los aromas de los blancos suelen más frutales y frescos y los de los tintos más complejos. Al probarlos, los vinos blancos suelen sentirse más ligeros, mientras que los tintos son robustos, se sabor se suele mantener más en el paladar. Sean cuales sean los vinos elegidos para tu próxima cata –blancos, tintos, dulces, jóvenes, crianzas... – en Vinos con Carácter encontrarás opciones para todos los gustos y bolsillos. Descubre toda nuestra colección y recibe tus botellas en casa en un plazo de 24/48 horas.

     

    Tipo de vino: Vino Blanco Variedades: Albariño
    Añada: 2021 Elaboración: Joven
    Denominación de Origen: D.O. Rías Baixas Bodega: Corisca

    Corisca es un albariño procedente de la D.O. Rías Baixas con una particularidad muy atractiva, y es que sus viñedos no reciben ningún tratamiento químico, dejando que la uva crezca en su proceso natural.

    Una vez que finaliza la vendimia en la bodega Descendientes de J. Palacios, las uvas fermentan durante 2 meses y envejecen 10 meses en barrica de roble francés. Este mismo vino, en su añada de 2011 fue seleccionado por Robert Parker como el mejor vino español en relación calidad-precio.

    Este vino blanco sin sulfitos cuenta en sus diferentes añadas con más de 10 premios a nivel internacional, es uno de los primeros albariños ecológicos en el mercado, destacando por su frescor, equilibrio y tonos frutales.

     

     

    Corisca Finca

    Tipo de vino: Vino Blanco Variedades: Albariño
    Añada: 2017 Elaboración: Joven
    Denominación de Origen: D.O. Rías Baixas Bodega: Corisca

    Relacionado con la opción anterior tenemos el Corisca Finca, un vino sin sulfitos de la misma bodega y variedad que su hermano, pero con una diferencia en el proceso de producción. Este vino cuenta con una crianza de 12 meses en depósito y 6 meses en barrica de roble francés, aportándole mayor potencia y complejidad en el sabor.

     

     

    Mirando al Sur

    Tipo de vino: Vino Blanco Variedades:
    Viura
    Añada: 2018 Elaboración:
    Vinos de autor y alta expresión
    Denominación de Origen: D.O. Rioja Bodega:Olivier Riviere

    Si buscas un vino de autor, Mirando al Sur es una excelente opción. Se trata de un blanco procedente de la D.O. Rioja producido por Olivier Riviere de variedad 100% Viura.

    El nombre de este vino sin sulfitos hace referencia a la orientación de sus viñedos, de los que se recoge la uva para posteriormente fermentarlas con levaduras autóctonas y envejecerlas 18 meses en botas de Jerez.

    ¿En qué consiste este sistema para envejecer el vino? Aunque el nombre resulte complejo, el proceso es sencillo, se guarda el vino en barricas apiladas en forma de pirámide, y se comienza el embotellado por la base, por el vino con solera.

     

     

    Vinos tintos sin sulfitos

     

    Las Viñas de Eusebio

    Tipo de vino:Vino Tinto Variedades:Tempranillo, Graciano
    Añada: 2018 Elaboración: Vinos de autor y de alta expresión
    Denominación de Origen: D.O. Rioja Bodega: Olivier Rivière

    Las Viñas de Eusebio es un vino tinto ecológico con D.O. La Rioja. Este vino sin sulfitos se elabora con uvas de la variedad Tempranillo, vendimiadas de manera manual, cuidando la calidad de cada uva en el propio viñedo. Está firmado por el reconocido enólogo francés Olivier Rivière, que elabora vinos en La Rioja, Navarra y Arlanza.

    La fermentación de las uvas se realiza en depósitos de hormigón, utilizando levaduras autóctonas, tras la cual el vino se somete a una crianza de 14 meses en frudes y 7 meses más en depósitos. ¿El resultado? Un vino ecológico fresco, que recuerda a frutas del bosque.

     

     

    Pozo Alto

    Tipo de vino: Vino Tinto Variedades: Graciano, Garnacha Tinta, Temmpranillo
    Añada: 2017 Elaboración: Vinos de autor y alta expresión
    Denominación de Origen: D.O. Rioja Bodega: Olivier Rivière

    Pozo Alto es un tinto de la zona de la Rioja, elaborado por Olivier Rivière, un sello de calidad y exclusividad, y es que de este vino sin sulfitos tan solo se producen 300 botellas en cada añada.

    ¿Qué asegura Pozo Alto a los amantes del vino? Un cultivo libre de químicos y una vendimia manual, dando lugar a un vino ecológico con toques especiados y frutales.

     

     

    Le Calle La Treggiata

    Tipo de vino: Vino Tinto Variedades: Vermentino
    Añada:2020 Elaboración:Crianza
    Denominación de Origen: - Bodega: Catocci Riccaro

    Si buscas un vino internacional y que además sea de producción ecológica, Le Calle La Treggiata no te defraudará. Este vino blanco sin sulfitos se elabora en La Toscana (Italia), concretamente en la D.O. Montecucco, y lo firma Angelo Bertacchini.

    Se trata de un vino seco, con buena acidez y que recuerda a flores blancas, resultado de cuidar cada detalle en su proceso de elaboración, desde la vendimia manual hasta su embotellamiento cada mes de marzo.

     

     

    La Montesa

    Tipo de vino: Vino Tinto Variedades: Garnacha Tinta, Otras
    Añada:2019 Elaboración:Crianza
    Denominación de Origen:D.O. Rioja Bodega: Herencia Remondo

    Sin duda no podíamos dejar de recomendar nuestro top ventas, un clásico que nunca falla, La Montesa. Este tinto destaca por su increíble relación calidad-precio, con D.O Rioja, muchos desconocen que la Montesa es un vino sin sulfitos, es decir, ecológico.

    Este vino pertenece a la bodega Palacios Remondo y es firmado por el enólogo Álvaro Palacios, quien ha conseguido fusionar equilibrio, suavidad, vainilla y frutos rojos en una sola botella.

     

     

    Langhe Nebbiolo

    Tipo de vino:- Variedades:-
    Añada:2021 Elaboración:-
    Denominación de Origen:- Bodega: Cascina Alberta

    ¿Con ganas de probar algo nuevo? Langhe Nebbiolo es un recién llegado a nuestra web, y lo tiene todo para convertirse en un éxito. Este vino tinto ecológico se elabora en Piamonte, en la zona del norte de Italia y, como su propio nombre indica, emplea uvas de la variedad Nebbiolo.

    Para la producción de este vino no se emplean pesticidas, productos químicos ni sulfitos, de modo que se asegura una elaboración completamente ecológica. Todo el proceso se inicia con una vendimia manual, a finales de octubre, tras la que las uvas fermentarán en depósitos de acero, para terminar, reposando en barricas de roble. Todo ello nos ofrece un vino brillante, con un sabor muy marcado a frutas rojas, cerezas, moras, regaliz y especias.

     

    Comprar vinos sin sulfitos online

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    07 abril 2023 — Dualthink Desarrollo