OSSIAN
En junio de 2013 el proyecto Ossian queda ligado a la familia Ruiz Aragoneses, propietarios de la Bodega Pago de Carraovejas, en Ribera del Duero que continuarán buscando con mayor ahínco aún la máxima calidad y singularidad en sus vinos, mostrando la expresividad del terruño y de la verdejo.
Hay que remontarse al año 2005 para conocer los orígenes del proyecto cuando la intención de Javier Zaccagnini e Ismael Gozalo, fundadores del proyecto, fue la elaboración de un blanco de guarda diferenciado, tratando de recuperar y no perder la esencia de la variedad. Viñedos únicos prefiloxéricos de entre cien y doscientos años y una singular elaboración, fermentando con levaduras autóctonas para respetar el carácter varietal, eran las primeras señas de identidad.
La zona segoviana de la denominación de origen Rueda, claramente singular por sus condiciones orográficas y climatológicas era el lugar elegido.
Junto a todo ello, una elaboración muy peculiar supervisada en los inicios por Pierre Millman, uno de los enólogos referentes en Borgoña haría el resto. Un trabajo discreto y elegante con la madera, en barricas de 228 y 600 litros, y un trabajo finísimo con las lías pronto situaron los vinos de Ossian entre los blancos de referencia en España, con una clara influencia borgoñona, pero defendiendo la pureza de la verdejo en todas sus líneas.
- Viñedos & geología
El proyecto Ossian está basado en unos excepcionales viñedos prefiloxéricos, de entre 100 y 200 años, situados al nororeste de la provincia de Segovia. Estos majuelos se extienden por los municipios de Nieva, Aldehuela, Aldeanueva del Codonal y Santiuste de San Juan Bautista y son conocidos también como el “cordel de las merinas”, en reconocimiento a la cañada real que discurre por estos lares de la provincia segoviana.
Los suelos de esta zona son complejos: algunas zonas de pizarra, otras de arcilla y algunas otras de canto rodado de antiguas terrazas de río. Pero principalmente son referencia las zonas franco-arenosas, característica a la que se atribuye el ces de la filoxera en el siglo XIX. Se dice, con carácter histórico, que la implacable plaga destructora de la vid, que lo fue en gran parte de Europa, al llegar a estas tierras areniscas no pudo avanzar y cesó porque sus larvas se ahogaban al hundirse en las finas arenas que no facilitaban su reproducción. De ahí la presencia de una de las mayores reservas de viñedo prefiloxérico en la Península Ibérica.